
Samadhi o itzaya, como también se le conoce, es una planta sagrada creada en el presente, basada en el conocimiento de las plantas ancestrales como Ayahuasca, Hikuri y Bufo Alvarius para poder regresar a vivir desde la conciencia y el amor, logrando callar a la mente y sus creencias, para reencontrarnos en la unidad con el todo.
Samadhi es una planta sagrada que nace con el único propósito de poder compartir una herramienta que no esté contaminada con creencias de ninguna índole, con el objetivo de que el participante la pueda usar como una poderosa herramienta de autoconocimiento y auto- liberación.
La mayoría de las personas que toman plantas sagradas no alcanzan a contactar con su esencia de una manera más intensa y pura debido al ego protagónico de la mayoría de los chamanes o facilitadores que por seguir sus rituales al pie de la letra y querer demostrar sus habilidades chamánicas interfieran demasiado con los procesos naturales y espontáneos de la auto liberación que está ocurriendo, convirtiéndose en obstáculo para lograr el máximo beneficio de estas plantas sagradas.
Es verdad que la mayoría de los participantes buscan solución a sus problemas por lo que es de vital importancia profundizar en su interior para poder solucionarlos, es decir no existe nadie afuera que pueda solucionarlos, así que no habrá un ego protagónico que interfiera con el proceso natural de cada experiencia.
Lo más importante de Samadhi es tomarlo con una postura de responsabilidad, ya que en la mayoría de los casos los participantes toman la postura de víctimas y tienen la creencia que algo o alguien externo es causante de sus problemas, enfermedades o sufrimiento, y que alguien o algo externo será la solución a esos problemas, por eso los chamanes se vuelven la figura a idolatrar después de una experiencia sin darnos cuenta que son seres humanos iguales a nosotros.
Al experimentar Samadhi desde una postura de responsabilidad comprenderemos que nosotros mismos somos los causantes de nuestros problemas y también los encargados de solucionarlos, es ahí cuando el despertar de conciencia nos permite disfrutar de lo único real, el eterno presente, el aquí y el ahora que se envuelve del sentimiento de amor y disuelve todas aquellas ilusiones falsas de miedos, problemas y enfermedades creadas por nosotros mismos.
Samadhi significa un estado de conciencia de ‘meditación’, ‘contemplación’ o ‘recogimiento’ en el que se siente alcanzar la unidad con lo divino. Itzaya es otro nombre con el que se conoce a esta planta sagrada, es un término náhuatl que significa abrir los ojos, es el momento en que se descubre de forma clara que solo existe el presente (donde nace el pasado y el futuro), creándose y disolviéndose en el mismo instante, con lo que la experiencia aclara que el tiempo es solo un concepto, que el pasado y el futuro son una ilusión al igual que todo el mundo físico.
Samadhi es un momento de comprensión al nivel más alto, es ir más allá de la experiencia terrenal. Esta experiencia solo se da en niveles elevados de conciencia, comunes en los meditadores, pero al alcance de cualquier persona.
Samadhi herramienta Sagrada en México contiene extracto de Ruda Siria (IMAO) que funciona como inhibidor de la monoamino oxidasa, de esta forma se evita la degradación de neurotransmisores como la serotonina, noradrenalina o dimetiltriptamina que están relacionados con estados de ánimo positivos.
El segundo componente es el extracto de Raíz de Tepezcohuite, el cual es un enteogeno que se produce también de forma natural en el cerebro y también se encuentra en muchos seres vivos como animales y plantas, el DMT pertenece a la familia de las triptaminas.
Los dos extractos son de sabor muy amargo por lo que se evita la incomodidad de esos sabores desagradable, deshidratando estos dos extractos hasta poder convertirlos en polvo, para ser encapsulados, es decir la toma de Samadhi se realiza por medio de dos tipos de capsulas, evitando de esta forma las molestias y choques físicos para el cuerpo eliminando la mayoría de los malestares. Ahora también se realiza en una toma liquida preparada con miel y propóleo para hacerla más agradable al paladar, pero con la misma intensidad.
El proceso suele tardar de 3 a 4 horas en un estado de conciencia muy elevado, pero a la vez muy consciente, es una fusión de la Ayahuasca y el Bufo Alvarius para crear una herramienta que es muy precisa en su aprender y no es tan fugaz.
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